Los puertos grises

Remember, remember the fifth of November,
The Gunpowder, Treason and Plot.
I know of no reason why the gunpowder treason
should ever be forgot.

Hace poco, como me recordó un amigo en la Preparatoria, fue 5 de noviembre. Tristemente, no lo advertí pero, rememorando, sí que gocé del 5 de noviembre, en el espíritu fawkesiano, en una playa, confortado por el sonido de las olas.

En ocasiones es adecuado sentarse en la noche a escuchar el oleaje. El sonido es como una alegoría de la paz al final de la vida humana. Evidentemente, para esto es necesario despojar la escena de todo melancolismo pagano. Ya Lord Chandos comparó el mar con un punto de fuga al Absoluto. Una de las maneras más increíbles de plasmar este sentido está sin duda en The Grey Havens, de Tolkien. Un inédito epílogo termina precisamente "with the sounds of the Sea on the shores of Middle-Earth".

Experimenté el mismo sentimiento del viaje final ayer, viendo a Blanche de la Force ascender a la pira envuelta en canto. Quizá la vida no sea más que eso: la preparación para el último canto, en el último puerto.