Un par de idioteces antes de dejar Amsterdam (*):
1) Decidir que visitar librerías, e incluso comprar un par de libros, no tiene nada de malo.
2) Decidir, para no quedarme sin efectivo, usar la tarjeta para comprar más libros.
3) Olvidar que no cabían libros en mi maleta.
4) Olvidar comprar lo necesario para preparar oliebollen.
En contra:
Tengo ahora varias -¡más de las planeadas, caray!- lecturas adecuadas. Mencionaré sólo Infinite Jest, los cuentos de Hemingway [Soldier's Home es grande, grande, grande], y el descubrimiento de un autor holandés que dicen que es bueno: Harry Mulisch. (Fons Rademakers convirtió una de sus novelas, El asalto, en Oscar a la mejor película extranjera en 1986.) Y a recomendación, por fin conseguí algo de David Lodge. (Por cierto, entre una librería y otra los precios cambiaban hasta por 7 ó 10 euros, lo que me parece un tanto exagerado.)
Además de eso, y de un caótico viaje de vuelta, y de perder el autobus por un retraso ridículo de algunas compañías innombrables, y de un día de limpieza en el Schuim, este nuevo año pinta tranquilo.
(*) No se podría incluir aquí una visita a De Wallen, porque eso me lo recomendó un personaje venerable, quien me aseguró que pronto clausurarán la zona. También me recomendó visitar la Spinozahuisje. Cuando le pregunté si se conservaban lentes de Spinoza sólo se rió. No visité ni uno ni otro lugar por motivos distintos.
6 comentarios:
Excepto por los frijoles mutantes.
Sí, eso fue asqueroso. Pensándolo bien, quizá fueran lentejas. Mutantes eran. Me recordó un clásico: http://www.youtube.com/watch?v=AFq1Ci1Rptw
Hijos míos,
Os encomiendo, que váis derechitos al averno con vuestros blogs.
Soy un fantasma...
En cambio, yo, ayer en Marco, compré la nueva edición de la "Historia de Nuevo León" que es, a la sazón, la reedición de los textos de los cronistas del Nuevo Reino de León. Uno aprende por ejemplo que Cantú y Cavazos son apellidos italianos.
¡Suerte allá! Los holandeses son gente chida, y las holandesas de lo mejor que hay por aquellos rumbos norteños...
Kid hubieras comprado libros de Edward Schillebeeckx
Publicar un comentario