2.25.2010

Dos notas sobre el argumento ontológico

1. En el bló de Alejandro Sada han aparecido comentarios sobre el argumento ontológico. Esponjita hablaba de un texto de Anscombe sobre el argumento ontológico. El texto está aquí, en el depósito digital de la uni de Navarra.

2. Pero la segunda nota es de Schelling: es la nota 1 al número 5 de la Sexta Carta sobre dogmatismo y criticismo. Como estas cartas son muy divertidas, voy a poner la nota aquí. Cuenta Schelling:

Parece casi tan inconcebible que en la crítica de las pruebas de la existencia de Dios se haya podido pasar durante tanto tiempo por alto la verdad más fácil y comprensible: que sólo es posible una prueba ontológica de la existencia de Dios. Pues, si existe un Dios, sólo puede ser porque es. Su existencia y su esencia deben ser idénticas.

Pero, justamente porque la prueba del ser de Dios sólo puede provenir de este ser, esta demostración del dogmatismo no es, en el sentido propio de la palabra, demostración alguna. Y la proposición "existe un Dios" es la proposición menos demostrable y demostrada, la de menor fundamento, tan infundada como el principio supremo del criticismo: ¡Yo soy!

Pero para una cabeza pensante es aún más insoportable la palabrería en torno a las pruebas sobre la existencia de Dios. Como si un ser sólo puede ser concebible por sí mismo, y por su absoluta unidad, pudiera ser mostrado bajo todos los ángulos posibles como si fuese una proposición histórica multifacética. ¡Con qué ánimo habrán leído algunos el anunciio de algo así como: Ensayo sobre una prueba de la existencia de Dios! ¡Como si se pudieran escribir ensayos sobre Dios y se pudiera descubrir a cada momento algo nuevo!

El motivo por el que estos ensayos, al igual que la razón de su proedimiento, fueran altamente antifilosóficos residía en la incapacidad de abstracción (de lo puramente empírico): justamente en este caso, en la incapacidad de lograr la más pura y elevada abstracción, se pensó el ser de Dios no como el ser absoluto, sino como un Dasein, que es absoluto no por sí mismo, sino en la medida en que se desconoce otro superior a él. Éste es el concepto empírico que de Dios se hace todo aquel incapaz de abstraer.

Tanto más se atenían a este concepto cuanto más temían encontrarse con la idea pura del ser absoluto del Dios de Spinoza.
[…]

2 comentarios:

Esponjita dijo...

Genial el argumento de Schelling...
Y te agradezco mil la referencia de Ascombe, porque yo sólo tenía la crítica que le hace Hopkins.

Esta es mi interpertación del argumento:

El argumento ontológico de San Anselmo asume, no lo que la interpretación ortodoxa asume, es decir, que perfección, esencia y existencia son covalentes, y que por ello, si se piensa lo perfecto, esto debe existir.
La asunción del argumento es más básica: la realidad de los contenidos mentales (las proposiciones) es 'comparable' con la existencia de lo que es referido: la idea de isla y la isla poseen un grado comparable de realidad, y mediante la comparación, se establece que la isla existe "más" que la idea de isla.
Una vez que uno a aceptado eso (si lo aceptáramos), el argumento es ineludible: la proposición "existe algo mayor que lo cual no puede ser pensado" posee un grado disminuído de realidad, pero posee existencia. Si carece de referente (es decir, si lo referido por ella no existe 'fuera de la mente'), entonces ella misma es su propio referente, pues ella es "lo más grande que lo cual nada puede pensarse". Como lo referido tiene mayor existencia que lo referente, y como ella se ha vuelto su propio referente, ella misma posee más existencia que ella misma. Y puesto que eso es una contradicción, y dado que la proposición es inteligible y por lo mismo no es contradictoria, es necesario que su referente no sea ella misma sino otra cosa: Dios.
(obviamente mi interpretación funciona si "más grande" se sustituye por "existencia").


Obviamente si se niega que los contenidos mentales que refieren y las cosas referidas por ellas posean grados de realidad 'comparables', el argumento se cae. Y puesto que Descartes comienza dudando justamente de la realidad de lo que existe fuera, no puede usar, bajo ninguna circunstancia, el argumento de Anselmo.

Genial.. gracias...

david-. dijo...

Me gusta la interpretación! De todas formas, claro, el "comparable" es el problema. Siempre he pensado que el "comparable" es retórico. Así que me gusta también la distinción kantiana entre cualidad y modalidad para decir que la realidad aquí está confundida.

De todos modos, a Kant, Anselmo, Descartes y Leibniz los conozco "de oídas" (lo que, supongo, no es más que un modo pseudo-eufemístico para decir que no los conozco)...