C: Lo de siempre: todo es sufrimiento.
(De una conversación real entre dos amigos.)
El bosón de Higgs es una partícula que, según un modelo teórico, se autosustenta y sustenta el universo. También puede entenderse, en términos ideológicos, como la pura estupidez convertida en pedante autojustificación. En fin: hypomnêmata. Pero: del (auto)conocimiento surge la (auto)crítica; de ahí el diálogo.
14 comentarios:
desconectarme por un instante seria muy adecuado, pero no se como... detodos modos creo que alguien ya me desconecto...
Hay que tirarse a los placeres de vez en cuando. Vivir absolutamente en el instante... Oir una sinfonía de Beethoven, por ejemplo, es una buena solución.
Tras el Muro de Planck
Cuando se vive con la actitud de "es lo que hay..." se deja de sufrir. Se sufre cuando se quiere más de lo que hay.
Tras el Muro de Planck
Como bien dice alguno por ahí:
No es lo mejor, pero es lo que hay.
Y lo sabes.
Cheve
Creo que la clave está justo en eso, en el: "Y lo sabes".
Así como ahí está la clave, ahí también está lo pedante de la frase cuando se le dicen a uno.
cada vez que leeo o escucho la frase "es lo que hay" me dan escalofrios, ¿qué es lo que hay?
TODO.
Nada es inalcanzable (eso creo yo) la frase esta, me suena a vender la derrota demasiado barata, a rendirse demasiado rapido, me suena a conformismo, y eso me da... pereza.
Vivir al limite, no consivo la vida de otra manera"
Chaval Goldenlink:
Discúlpame si te digo que te faltan golpes y sufrimiento. Aún no entiendes, pues, la frase en su sentido más entrañable e íntimo. Ya vivirás, te digo. Y aprenderás, como tantos, a decir "es lo que hay". Porque, sí, el sufrimiento es la moneda con que se paga la vida.
Para goldenlink:
http://karamazovi.blogspot.com/2006/10/sobre-la-existencia.html
Dale un vistazo.
Serás grande el día que encuentres el estético, morboso y rebuscado (pero, eso sí, altamente refinado) placer que sita en la melancolía. En ese estado oscuro del alma.
Vid.: "Oiga doctor" de Joaquín Sabina. Puede ser ilustrativa, si bien no tan sublime.
Conozco el placer de la melancolía. Nada peor he visto. Lo morboso es precisamente lo peligroso. Es precisamente el argumento de un cuento que he empezado a escribir hace ya un tiempo: Viaje a Pesadilla. Pero me deprime escribirlo.
El problema de la melancolía y sus hermanas es que suele ser egotizante. La angustia positiva o auténtica, en cambio, conduce a la esperanza auténtica (y es, creo, lo único que permite librarse de ese prejuicio moderno estúpido que es el "optimismo").
Sin afirmar que es sano, ni cristiano, ni recto, ese retintín de gustillo que tiene la melancolía, hago una descripción fenomenológica del hecho: es estética, placentera. Morbosísimamente placentera. Rebuscadísimamente.
No es, sin embargo, cosa buena: estoy contigo David. Dices verdad. Hablas, para no variar, con sabiduría impropia de tu edad. Sí que hay mejores cosas, como la Esperanza. Y eso sí que es bueno.
Con todo, cuánto mejor sabe la belleza habiendo conocido lo espantoso, cuánto más brilla la luz donde más reinó la oscuridad.
En eso último puede que tengas razón. La conversión de profundis es -¿por ello?- sublime.
lee a Cioran, es lo que hay y lo que hay es un inmenso mar de caca (tm de Rodrigo Pérez).
hay que ser brutalmente cínicos pa que la realidad que se nos presenta no nos afecte.
humanitas herética¡¡¡¡
viva el dolor
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