6.12.2007

Insoportable levedad


1. De Jules Anglés, prefecto de policía de París, a Luis XVIII: "Bien considerado todo, señor, no hay nada qué temer de esta gente. Son todos indiferentes e indolentes como gatos. El pueblo bajo de las provincias es inquieto; pero el de París no lo es. Son todos unos hombrecillos, señor. Sería preciso poner dos de ellos, uno sobre otro, para hacer uno de vuestros granaderos. No hay temor, por lo que concierne al populacho de la capital. Es muy notable que incluso la estatura haya decrecido en los últimos cincuenta años: la gente de los arrabales de París es más baja que antes de la revolución. No es peligrosa, en absoluto. En suma, es una buena canalla".

2. Dicho por la señorita Favourite en los Campos Elíseos, hacia 1817: "Todo el verano ha estado lloviendo; el viento me encoleriza, me irrita los nervios; Blachevelle es muy roñoso; apenas hay guisantes en el mercado; no sé qué comer; tengo spleen, como dicen lo ingleses ¡está tan cara la manteca! y luego, ya ves, es un horror esto: ¡comer en un cuarto donde hay una cama! Esto me hace aborrecer la vida".

Pues eso: que la bourgeoisie es la canaille.

4 comentarios:

Alucard dijo...

Bien se ha dicho que por eso no son los grandes ricos los que pelean una Revolución, sino los problemas a flor de piel de los aquejados por el sistema. Ellos ponen las ideas (y no todos), y los otros se mueren en batalla. Mientras aquellos pelean los otros se quejan por no hacer nada , o peor se quejan por hacer tonterías, que son para otros de rutina.
Saludos

El Justo Medio dijo...

Lo mejor es lo que me hizo notar Alonso:

llamarle una multitud de gente con un singular: la canalla.

Anónimo dijo...

Creo que esa es la diferencia, efectivamente: la canalla muere, y nosotros nos quejamos de idioteces, pensando que eso es más grande. Y además, la llamamos canalla (aunque hay que aceptar que es un gran nombre).

Juan Manuel Escamilla dijo...

Precisa es una lucidez absoluta para poder llamarla así, canalla, a la canalla. Y hay que ser muy sutil para observarla entre la burguesía: esa canalla bienoliente.