Optimismo pesimismo y cinismo

Pròs Xemosténen kaì Laureían

 

¡Qué gran día! Encontrarse esto en unas lecciones hegelianas...

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A) La primera potencia es la eticidad natural o civilidad en cuanto el ser-subsumido del concepto en la intuición; se trata en suma de la auténtica naturaleza. El ser asumido en intuición es lo totalmente idéntico e inconsciente. El sentimiento en cuanto asumido en ese ser-subsumido en la intuición es el optimismo.

B) Hay que eliminar esta sinrazón (Unvernunft) del optimismo, es decir, la oposición entre esta vacía posibilidad y libertad frente a la realidad efectiva (Wirklichkeit) y el fenómeno. Esta separación es el sentimiento como necesidad; es una separación negativa del deseo: un aniquilamiento de lo subjetivo y objetivo. Al hacerse igual a la necesidad deviene pesimismo, de manera que la transmisión quede sustraída a las incidentalidades empíricas (Zufälligkeiten).

C) Así pues, en cuanto el pesimismo transforma el sentimiento real en un sentimiento ideal, pero de tal manera que este sentimiento ideal resulte ser necesariamente verdadero, dicha transformación (Verwandlung) ha de poseer realidad absoluta. Este ser-aniquilado, o bien la identidad de los dos primeros momentos es un sentimiento consciente, es decir, el cinismo. Así pues, en el cinismo quedan destruidas la arbitrariedad y la singularidad (Eigenheit).

Hegel, System der Sittlichkeit

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Notas: [1] La fluctuación del cinismo hacia el pesimismo es el logotabardillo. [2] La fluctuación del cinismo hacia el optimismo es ingenuidad. [3] En la pérdida momentánea del sentimiento consciente aparece la noción de lapsus. [4] El optimismo y el pesimismo son estados de incompleta actitud ética; o al revés: el cinismo debe reducirse al principio supremo de la virtud.