Y de pronto, casi como un separador de la página que se buscaba, una nota, escrita con letra de niña:
"28.III.2006
Hola!
¡Gracias por el café de hoy! Ya no pude verte a la salida aunque me gustaría platicar un rato… Ya nos pondremos de acuerdo.
Saludos".
Historias rotas de bibliotecas.
10 comentarios:
http://www.believermag.com/issues/200511/?read=article_atkinson
Gran artículo, ese.
Se llama OTHER PEOPLE’S BOOKMARKS: FELLOW WANDERERS OF A FORGOTTEN REPUBLIC, por si no alcanzas a ver todo el link. En The Believer
Qué buena manera de hacer historia: excelente cosa.
si de revistas se trata, yo, la mera neta, extraño al inquilino.
ésa si que era pura vacilada.
lean mejor a V. y a D.
Ah, El Inquilino.
¡Excelente! Deberías aprovechar la nota para algo más que un post.
Inconcluso, hasta que se devuelva la llamada o hasta que su destinatario vislumbre la pequeña anotación al estilo de los glosadores.
A mí sólo me importa la chica: ¿la llamaste?
Ay Gino! Qué envidia. Siempre he querido vivir una de esas historias. Aprovéchala. Una que me encantó, del tipo, está aquí:
http://confabilario.blogspot.com/2008/02/el-primer-regalo.html
¿Por qué no me pasan esas cosas?
¡Totalmente excelente loza!
Pero, por lo demás, no tengo idea de quién haya sido la que escribió esto, hace dos años. ¿Cómo se supone que la encuentre?
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