7.05.2008

Ex Matrit

Quizá la única manera de salir de Madrid sea según aquello de Gracián en El Criticón (I, 12): hacia 1641, cuenta, salió de Madrid "como se suele, pobre, engañado, arrepentido y melancólico".

Y, en llegando a América: en la televisión una película de ésas  que conscientemente presumen sabios diálogos y alto drama (A Woman in Winter, de Richard Jobson, 2005). La vi sólo un momento (no podría decir, pues, si la presunción es justificada o no) en que una pareja entra a una especie de iglesia, y una especie de sacerdotisa les esputa una especie de discurso, que bien no sé si era gótico o simplemente kantiano-gnóstico o más bien humanismo secular (no somos dioses, somos mortales, pero humildes: somos seres morales nunca merecedores de los paraísos que hemos inventado, et cetera). De ahí dos joyas (?): "Entre más aumenta nuestro conocimiento, más se derrumba nuestra autoestima". Y: "La humildad es la ciencia de la tristeza".

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Has estado en Madrid? Haber avisado, hombre...

Un saludo,
Rafael Hurtado.

Guillermo Núñez dijo...

Bienvenido amigo.

Enrique G de la G dijo...

Hazte, hazme y haznos el favor de ir al restaurante de Alfredo Castañeda, "Entre suspiro y suspiro", cuando pases de nuevo por Madrid.

JoséManuel dijo...

jajaja, apoyo la cita sobre Madrid. Hasta cuando estarás acá, a ver si luego nos echamos unos tragos.

Darío Zetune dijo...

Y tons, qué?

david-. dijo...

Y... pues nada: divertidos diálogos ¿no? Perdón por el otro día, amigo Serch, que andaba de malacopa por estarme durmiendo.

Mario Gensollen dijo...

Gino, de todos lados uno sale pobre, engañado y melancólico...
El punto es cómo se llega al lugar al que uno llega y por el que dejó aquél de donde salió...

El Justo Medio dijo...

Sobre todo esto de la tristeza y la humildad está muy bien. Muy.