8.11.2008

Vítores y alegría permanente

Iba ayer caminando hacia el centro. Llevaba bajo el brazo la Moleskine (oh, sí) que me regaló un amigo para, como hace ya varios domingos, buscar un lugar donde tomar café y escribir un rato. Iba con otro amigo. Al pasar por no sé dónde, un grupo de muchachos aficionados a las patinetas gritó: "¡Vivan los frikis!" 
Yo no los oí. Es decir, sí, claro: oí ruidos, pero no les puse atención. Según mi amigo, eso dijeron. Quizá sencillamente soy friki (je), o quizá es friki caminar con una Moleskine bajo el brazo, o quizá debería -por problemas miméticos- dejar de leer Garfield minus Garfield, que por otra parte tiene grandes historietillas, como ésta:


Y es que John es un tipo muy feliz o muy triste, o un sicópata demente. Según se vea. Pero friki, es.


1 comentario:

Juan Manuel Escamilla dijo...

¡Metajuar!
Déjalo estar; advierte que el imbécil que te llamó "friki" seguramente es groopie del Chiki chiki. Y baila como Robocó -¿no es eso más friki?
Aunque ten la certeza, también, de que, si se puede hablar en esos términos, es más feliz que tú. O menos infeliz.