423. «…this split between Self and ego. The first of these, as we shall see in the works of such twentieth-century storytellers as Chekhov and Proust, Pirandello and Samuel Beckett, is how, once the split has taken place, the ego eventually comes to a point where it has no sense of belonging to anything greater than itself. We see how it is in fact the framework of the Self which ultimately gives human life its sense of structure, meaning and purpose; and how, once contact with that is lost, the isolated ego is at las left facing nothing but a dark and empty void».
Aunque a cuento de otra cosa, me fascinó la expresión de Rafael Hurtado: "la apófisis etérea de la mierda". Sí: así puede terminar la existencia inauténtica. Pero no sólo entre los nuevos ricos de la burocracia. Toda existencia inauténtica es asoladora. La libertad queda, como bien dice Guillermo, en la ambigüedad. ¿Y qué es la ambigüedad? Pues la nada: la ambigüedad no es descriptible.
Bueno, es posible que nos consolemos esperando que algún sistema nos ofrezca la repetición infinita de una broma infinita, cuya visión nos quite todo otro deseo. Pulsiones sin obstáculos bzw. sin yo.
2 comentarios:
La ambigüedad, pues.
Estás muy elevado, no te sigo.
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