Pero el drama de la vida deviene visión derrotada, trágica. Hay que detenerse, calmarse. Dejar de lado las tonterías, las frivolidades que se convierten en tragedias, y que ni siquiera tienen razón de ser. Tomarse en serio la vida («Entonces la vida me respondió: "¡Oh Zaratustra! No chasquees tan horriblemente el látigo. Tú sabes que el ruido asesina los pensamientos, y ahora me vienen pensamientos muy delicados"»).
Y, bueno, hay bonobos. Y comics de Calvin & Hobbes y muñecos de nieve, que son siempre geniales. Muestra:
2 comentarios:
Eso del látigo viene directamente de esa queja de Schopenhauer sobre el ruido de los latigazos de los carruajes, ¿qué no?
...
¡Calvin y Hobbes, yey!
Yo te creo eso de Schopenhauer: no tengo idea. Pero, como diría F.V.: ¡es momento de un fragmento de Schopenhauer!
Hoy toca la estratagema 8 para tener razón:
"Provocar la irritación del adversario y hacerle montar en cólera, pues obcecado por ella, no estará en condiciones apropiadas de juzgar rectamente ni de aprovechar las propias ventajas. Se le encoleriza tratándole injustamente sin miramiento alguno, incomodándole y, en general, comportándose con insolencia".
Vamos a leer Calvin & Hobbes y a tratar con insolencia a todos hoy, pues... y a rebajar los latigazos.
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