Zwischenzug. El sujeto se levanta de la mesa a platicar con personas no vistas ha tiempo. Un tanto cansado corta el ritmo. Quede la otra figura sobre la mesa inatendida viendo el diálogo, el tablero expectante. ¿Seguirá? El ajedrez es dramático pero comprensible. En otros juegos no hay visible logos y las jugadas se articulan por refracción: sabiduría de Soldier's Home. Tiempo maldito aliado.
Fuera, Pamplona se ha llenado de gorgojos: al Sol de Satanás siguen las plagas mosh'aicas. Ligerísima jaqueca. Amenaza sotto voce de Weltschmerz.
4 comentarios:
Soy un fantasma...
Malagá! No puedo negar que me sorprendió ahora sí la expeditez.
Yo ya no juego ajedrez, mi computadora me desanimó totalmente.
Malditas máquinas metamotherfuckers. Maldito tabardillo de viernes. Maldita sea.
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