Y os amonestamos, para que no os dejéis dominar por la debilidad, la razón de los siervos, el indebido pundonor, la miseria y la cobardía de los pusilánimes… Presenta en todo momento tu rostro ante la afrenta y mira con clara y moderada visión a los hombres impíos: no sea que tú, en tu escarnio y aprovechamiento, te hagas impío a ti mismo. Con agrado ven los dioses acercarse a ellos al hombre razonable que no desciende entablando discusiones con las demás bestias.
Dionysios Methatémenos, Perì barbarikôn éthôn, 6
1 comentario:
¿Qué haces leyendo esas cosas, Dawid?
En fin: Espero que los dioses me consideren razonable y no una bestia.
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